En las cocinas gourmet uno de los elementos más importantes de los platos son las salsas. Ellas otorgan sabor y textura a cada una de las preparaciones y, por lo tanto, hacen que las recetas no queden secas ni insípidas. Si eres amante de la cocina, te recomendamos algunas salsas que debes aprender en casa para acompañar tus recetas favoritas.
Salsa bechamel en casa
La salsa bechamel es una de las más deliciosas y completas para acompañar cualquier receta. Puede potencializar el sabor de unas exquisitas croquetas, unos canelones, una lasaña e incluso unas espinacas a la crema. El objetivo es que quede lo más suave posible y sin grumos.
Para la receta necesitas:
- 50 gramos de mantequilla
- 50 gramos de harina de trigo
- 600 mililitros de leche
- Sal al gusto
- Una pizca de nuez moscada molida
Para comenzar, pon una sartén al fuego y agrega los 50 gramos de mantequilla. Una vez se funda, agrega la misma cantidad de harina y remueve formando una pasta consistente. Sin dejar de remover, agrega poco a poco la leche para que no se presenten cambios de temperatura. Es posible que obtengas un mejor resultado calentando previamente la leche en una olleta.
Prueba el sabor y añade sal. También una pizca de nuez moscada. Deja que el líquido se vaya evaporando poco a poco mientras la sartén se llena de burbujas.
Ver más: ¿Buscas una merienda fuera de lo común? Deléitate con este sabroso helado de banana
Salsa de tomate en casa
La salsa de tomate es una de las más clásicas para nuestra cocina. Lleva tiempo hacerla porque requiere de mucha paciencia y buena técnica, pero te aseguramos que, una vez la logres realizar, la podrás conservar por mucho tiempo en la nevera.
Alista los siguientes ingredientes:
- 2kg de tomate triturados o completos
- 1 cebolla
- 2 dientes de ajo
- 1 pimiento verde
- 1 cucharada de pimentón dulce
- 1 pizca de azúcar
- Orégano seco o albahaca fresca
- Sal y pimienta
- Aceite de oliva
Para empezar, pon a calentar fuego bajo una olla y agrega un chorrito de aceite de oliva. Añade cebolla, pimiento verde y ajo. Salpimenta y cocina durante 10 minutos removiendo constantemente.
Una vez la cebolla esté transparente y blanda, añade el tomate triturado. También puedes agregar 2 kg de tomates pelados y sin semillas. Si es así, cocina 20 minutos antes de seguir con el siguiente paso.
Después añade la cucharada de pimentón y una pizca de azúcar para eliminar el exceso de acidez del tomate. También puedes incluir orégano o albahaca. Tapa y cocina a fuego bajo durante una hora.
Cuando la salsa esté espesa, rectifica de sal. Y ¡listo!
También puedes leer: Pastel de limón húmedo y fácil de hacer: necesitarás ingredientes simples
Salsa holandesa en casa
La salsa holandesa, curiosamente, es la base de la cocina francesa. Es familiar de las mayonesa con sabor a mantequilla.
Tradicionalmente, se conoce como una salsa que se corta con facilidad. Sin embargo, no le temas a intentar en casa esta preparación. Es práctica y no tardarás más de 10 minutos.
Necesitas:
- 2 yemas de huevo
- 300 gramos de mantequilla
- Zumo de ½ limón
- Sal
- Pimienta blanca molida (opcional)
- 2 cucharadas de vino blanco
Lo primero que debes hacer es conseguir la mantequilla clarificada. Para esto, pon 300 gramos de mantequilla en una olla a fuego bajo. Espera 20 minutos sin remover y observa cómo la grasa de la mantequilla se va separando del suero y queda flotando sobre éste. Con un cacito, recupera la grasa y con ella elabora la salsa holandesa.
Por otra parte, pon a cocer el agua y vino hasta que se reduzcan a la mitad. Para preparar la salsa, usa las yemas de huevo limpias de clara y colócalas en un bol con la reducción de agua y vino enfriados. Agrega también la cucharada de zumo de limón.
Bate las yemas y lleva al baño María. El objetivo es conseguir una crema espumosa, así que mueve continuamente las varillas para que las yemas doblen su volumen,
Después, añade poco a poco la mantequilla clarificada sin dejar de batir para formar una emulsión. Agrega sal, y si prefieres la pimienta, junto con los zumos de limón.
Mezcla con movimientos de forma envolvente. La salsa debe quedar con una consistencia espumosa, pero más ligera que la mayonesa.