Esta deliciosa sopa de cebolla con queso gratinado es una excelente opción si buscas preparar un platillo económico. Se prepara fácilmente y es ideal para disfrutarla cuando bajan las temperaturas.
Lo mejor de todo en esta receta es que no necesitas horno; el gratinado lo puedes hacer solo con una plancha antiadherente y verás que quedará riquísima.
Este plato originario de Francia y que se ha expandido por otras partes del mundo, es sustancioso y apetecible para servir como entrada en el almuerzo. Anímate y hazla en casa, te ayudará a mantener el cuerpo bien caliente.
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Consejos para la preparación de la sopa de cebolla
- Es importante que antes de comenzar con la elaboración de la sopa, laves bien las cebollas y retires la primera capa para que las puedas picar en juliana.
- Para esta receta necesitas pan, puedes utilizar el que tengas en casa. Puede ser baguette o pan duro; no importa si lo tienes en la despensa desde hace unos días.
- Si no tienes caldo de pollo en polvo, agrega consomé de pollo natural y omite las 5 tazas de agua.
- No te preocupes por el sabor de licor del vino, este se evaporará y le dará un toque especial a la sopa de cebolla. ¡Te encantará!.
- En cuanto al queso, añade el que más te guste y que sirva para gratinar: queso gouda, gruyer, mozzarella, cheddar o manchego. La cantidad del que hayas elegido es al gusto.
- Para gratinar los quesos con el pan, utiliza una plancha antiadherente. Si no tienes de esta, puedes hacerlo en el horno: solo agrega las rebanadas de pan sobre la sopa y luego los queso. Llévala al horno a 180 grados hasta que gratine.
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Ingredientes
- 5 cebollas medianas
- 1 diente de ajo pequeño
- 2 cucharadas de mantequilla
- 1 cucharada de harina de trigo todo uso
- 1/3 de taza de vino blanco
- 5 tazas de agua
- 3 cucharaditas de caldo de pollo en polvo
- Sal molida
- Queso gouda para gratinar
- 80 gr de queso parmesano rallado
- Pimienta negra molida al gusto
- Tomillo al gusto
- 1 hoja de laurel
- Aceite de oliva
- Pan baguette
Instrucciones
- Comienza cortando las cebollas en juliana. Reserva.
- Corta el pan en rebanadas con un grosor de 1 cm y medio.
- Calienta una olla mediana y pon a derretir la mantequilla a fuego bajo. Luego incorpora 4 cucharadas de aceite de oliva.
- Tritura el ajo y agrégalo al sartén.
- Añade las cebollas picadas, mezcla un poco y deja cocinando a fuego bajito.
- Agrega sal molida al gusto y mezcla nuevamente. Tapa.
- Calienta el agua y cuando esté hirviendo agrega 3 cucharaditas de caldo de pollo en polvo. Disuelve bien y reserva.
- Añade la harina de trigo a la olla con las cebollas y mezcla. Cocina durante 1 minuto.
- Agrega el vino blanco, la hoja de laurel, pimienta negra molida y 1/4 de cucharadita de tomillo. Mezcla y tapa nuevamente.
- Cuando se evapore el vino, agrega el caldo de pollo y sigue mezclando.
- Unta cada rebanada de pan con mantequilla.
- Calienta una plancha antiadherente y pon a tostar los panes por ambos lados. Reserva.
- Retira la hoja de laurel de la sopa de cebolla y sirve.
- Calienta la planta antiadherente a fuego medio, agrega queso parmesano y encima de este, el queso gouda. Finaliza poniendo las rebanadas de pan tostado.
- Cuando esté gratinado el queso, llévalo a la sopa y disfruta.