La salsa pesto es uno de los aderezos más tradicionales en la comida Italiana, y aunque no lo creas es muy sencilla de preparar.
Entre sus ingredientes principales está la albahaca, piñones, aceite de oliva y queso parmesano.
Y aunque generalmente se asocia el uso de la salsa pesto en la pasta, son muchos más los platos que puedes acompañar con este aderezo tan característico.
El origen de la salsa pesto se dice que está en Génova, al norte de Italia y fue desde allí que se extendió por todo el país dando diferentes variantes según cada región que la prepare.
Según la RAE podemos ver que la palabra viene el italiano pesto, y este de pestato que significa ‘machacado, majado’, lo que tiene que ver mucho con la receta.
Así que déjate de excusas y pon manos a la obra para preparar este exquisito aderezo que además podrás mantener congelado hasta por siete días para evitar que se dañe.
Ten en cuenta que la receta tradicional se hace machacando en mortero, pero si lo deseas puedes usar un procesador de alimentos, pero no piques en exceso.
Recetas a las que puedes agregarle salsa pesto
Además de la pasta, te recomendamos hacer ensaladas con tomate, aguacate y queso mozzarella, puedes además agregarle trocitos de pan tostado y dos cucharadas de la salsa pesto.
Por el contrario si estás en fin de semana y buscas cocinar algo diferente, prepara una pizza de vegetales y acompáñala por encima con la salsa pesto, le dará mucho más sabor a la masa.
También puedes preparar un salmón asado al que solo cocinarás con sal y le darás mayor sabor al servir con la salsa pesto.
Al ser una salsa grasosa por su contenido de aceite de oliva te recomendamos agregar pequeñas cucharadas a tus comidas.
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Salsa pesto
Ingredientes
- 3 tazas de hojas de albahaca pequeñas
- 2 dientes de ajo
- 1/4 taza de piñones
- 1/4 de taza de queso permesano
- 1/3 de taza de aceite de oliva virgen
- 1 pizca de sal
Instrucciones
El primer paso para nuestra salsa pesto es machacar en un mortero los piñones junto a los dientes de ajo y la albahaca hasta que quede una pasta.
Luego podrás agregar el queso parmesano, el aceite de oliva y dos o tres cucharadas de agua caliente.
Continúa machacando hasta que todo se convierta en una salsa homogénea.
Puede refrigerarla en un frasco de vidrio con tapa hasta por siete días.