Fresas deshidratadas: aprende a hacerlas para agregarlas a tu cereal o decorar postres

Las fresas deshidratadas son una deliciosa opción para convertir esta fruta en un ingrediente más de tu plan alimenticio. Deshidratar los alimentos es una de las técnicas más antiguas para conservar las frutas. Así es posible aprovecharlos durante todo el año. 

Existen diversas técnicas para deshidratar las frutas y mantener todo su sabor. Además, las podrás tener siempre a mano para complementar los desayunos y los postres. 

Puedes tomar este proceso no solo para deshidratar fresas. También funciona para otras frutas y verduras como el tomate, los higos, la piña o la manzana.

Opciones para incluir las fresas deshidratadas en tus preparaciones

Avena con fresas deshidratadas:

Una deliciosa opción es poner a hervir una taza de avena junto con otra taza de leche (puede ser de origen animal o vegetal). Agrega una cucharada de stevia y canela en polvo para revolver muy bien.

Finalmente, sirve caliente. Agrega las fresas deshidratadas para que su sabor ácido complemente bien con el dulce de la avena.

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Carlota de fresas:

Luego de preparar este postre sin horno, puedes decorar con unas deliciosas fresas deshidratadas. Le dará un toque muy especial a tu receta visualmente.

‘Smoothie’ rojo:

Si eres amante de los ‘smoothies’ rojos o verdes, puedes añadir al final un poco de granola, uvas pasas y/o fresas deshidratas. En especial, la textura crujiente de este último ingrediente combina bien con la suavidad del batido.

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Granola: 

En ocasiones nos conviene complementar la granola o el cereal de la mañana con frutas. Pues, en este caso, puedes agregar unas fresas deshidratadas por encima para comer un desayuno más completo.

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