La reina Isabel II contaba con varios chefs que se encargaban de preparar platillos saludables; básicos pero suculentos. Según Darren McGrady, el exchef que trabajó durante 11 años para algunos miembros de la realeza, dijo durante una entrevista con el portal ‘Delish’ que la comida favorita de la reina Isabel era el filete gaélico (carne de res en salsa de champiñones).
Y uno de sus postres preferidos era el bizcocho de chocolate. Relató que «no era una foodie» ya que la mayoría del tiempo pedía el mismo menú y cuando intentaba probar con un nuevo plato, terminaba comiendo las recetas de siempre.
En cuanto a los cocteles, bebía cuatro de estos al día, según el exchef. Además, reveló que era una mujer muy disciplinada porque nunca abusó de las comidas muy dulces ni de las bebidas.
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Los menús de la reina se preparaban con antelación
McGrady contó que “en el palacio de Buckingham realizábamos un libro con las propuestas de menú que enviábamos a la reina para que escogiera los platos que quisiera, siguiendo el protocolo. Luego, el libro volvía a la cocina y nos poníamos manos a la obra. Los menús de la reina se preparaban con tres o más días de antelación y ella se apegaba a ellos religiosamente».
Por ejemplo, en el desayuno la reina disfrutaba de unos huevos revueltos con salmón ahumado y ralladura de trufa. En otras ocasiones, elegía comer cereal tradicional con fruta fresca.
Además del filete gaélico, a la reina Isabel le gustaba el pescado con verduras en el almuerzo. El exchef dijo que también disfrutaba comer lenguado de dover (un pescado de carne blanca y magra) a la parrilla con espinacas marchitas o calabacines.
En cambio, los domingos prefería disfrutar de un asado y pedía que la rebanada final estuviera bien cocinada, en lugar de un trozo más crudo.
En la cena, incluía comidas de la granja como aves, específicamente de faisanes, urogallos o perdiz.
Para la merienda, la reina pedía postres con chocolate, especialmente el amargo. Por ejemplo, le fascinaba comer bizcocho de chocolate o mousse, relató el exchef de la reina Isabel II.
La reina Isabel II tomaba el té por la tarde
Como una tradición británica, la monarca tomaba el té todos los días y siempre lo acompañaba con una amplia variedad de canapés que van desde minisándwich de pepino con huevo y mayonesa o salmón ahumado con mermelada de frambuesa.
Para el té de la tarde, en algunas ocasiones lo disfrutaba con un bizcocho de miel y crema, jengibre y fruta, bollos o galletas hechas con harina de trigo, azúcar, aceite vegetal y extracto de malta.
Existe un ingrediente que la reina Isabel II no toleraba
El especialista en cocina de la monarquía reveló que mientras él trabajo como chef de la reina “jamás hubo ajo en el menú. Odiaba su olor y su sabor».
McGrady contó que este ingrediente no era del agrado de la reina y había prohibido a los chef utilizarlo en la preparación de cualquier platillo.