La gelatina mosaico es uno de los pocos postres rápidos y fríos que ambienta el lugar en segundos. Además, es ideal para cualquier tipo de celebraciones, pese a la cantidad de azúcar aporta ciertos nutrientes y les encanta a grandes y pequeños.
¡Es todo en uno y la mejor parte es que no tienes que hornearlo! Solo derretir, refrigerar y servir cuando esté completamente cuajada.
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La gelatina mosaico fue pensada para compartir
Aunque puedes prepararla en vasitos individuales, la gelatina mosaico es ese tipo de recetas ideales para presumir en grandes proporciones.
No desperdicies su gama de colores y el contraste perfecto que hace con la leche condensada, preferiblemente, coloca el resultado final en un molde espacioso y le harás justicia al pastel.
Si necesitas cantidad exacta para un compartir infantil o íntimo, entérate que la gelatina mosaico puede alcanzar para al menos 12 porciones.
¿Cómo hacer la gelatina deslactosada?
No es un secreto que la receta tradicional lleva lácteos, pero si eso significa un problema para ti, ¡haz la gelatina mosaico deslactosada!
Para ello, requieres de 1 lata de leche condensada deslactosada y 3 sobres de grenetina hidratados con ½ taza de agua en baño maría.
Necesitas cumplir entre 3 a 5 pasos
La ciencia de la gelatina mosaico radica en combinarla con varios sabores en un solo envase, solo así el producto final será tan atractivo como pinta en las fotos.
Es decir, apuesta por una de uva, de cereza y una tercera de naranja o limón, pero asegúrate de que cada bolsa contenga 40 gramos.
Posteriormente, derrite los sabores con 1 taza de agua. Después, espera que estén listas, realiza la salsa de gelatina y vierte la leche condensada. El resto consiste en desmoldar y servir.
¿Te interesa hacer la gelatina de mosaico para alguna ocasión en especial?
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Ingredientes
- 40 gramos de gelatina sabor uva o mora
- 40 gramos de gelatina sabor cereza, fresa o frambuesa
- 40 gramos de gelatina sabor naranja o limón
- 90 gramos de leche condensada
- 250 ml de leche
- 7 gramos de gelatina sin sabor
Instrucciones
Disuelve cada paquete de gelatina en 1 taza de agua caliente y después colócala en envases (utiliza 3 tazones diferentes).
Transfiere las 3 gelatinas al refrigerador por 2 o 3 horas (o hasta que cuajen).
Cuando estén listas y firmes une la gelatina sin sabor con 2 cucharadas de agua tibia.
En una olla calienta la leche condensada junto con la leche líquida, añade la gelatina disuelta y mezcla todo con tenedor o batidor de mano hasta integrar bien.
Retira la preparación del calor y deja que se enfríe un poco por aproximadamente 5 minutos (no más para evitar que cuaje).
Corta las gelatinas de colores en cubos medianos, intercala los sabores y vierte la leche condensada preparada.
Nuevamente, lleva el resultado al congelador por 3 horas, y trascurrido ese tiempo podrás desmoldar y servir la gelatina de mosaico.