Las albóndigas de pollo son una opción deliciosa y saludable para disfrutar en cualquier ocasión. En esta receta, van bañadas de una deliciosa salsa de tomate casera, lo que hace que queden jugosas y llenas de sabor.
La preparación del pollo se hace de una manera sencilla, solo debes usar las pechugas y picarlas con la ayuda de un cuchillo; aunque también puedes usar la carne ya picada.
Para disfrutar estas ricas albóndigas de pollo, acompáñalas con las clásicas papas fritas o batatas como guarnición. ¡No te pierdas esta receta fácil de seguir y sorprende a tu familia y amigos con un plato exquisito!
Acompañantes para las albóndigas de pollo
Las albóndigas de pollo con salsa de tomate casera son deliciosas por sí solas, pero si quieres disfrutarlas al máximo, te recomendamos acompañarlas con papas fritas o arroz blanco. Estos acompañamientos clásicos complementarán perfectamente el sabor de las albóndigas y te brindarán una experiencia culinaria completa.
Pero si eres amante de las ensaladas, puedes hacer en casa una deliciosa ensalada César o una ensalada de pepino, tomate, lechuga y aguacate.
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Consejos para la cocción de las albóndigas de pollo en salsa de tomate
- Antes de bañar las albóndigas con la salsa, es importante dorarlas en una sartén con un poco de aceite. Esto les dará un sabor más profundo y ayudará a sellar los jugos en el interior.
- Evita revolver las albóndigas demasiado mientras se cocinan. Esto puede hacer que se deshagan. En su lugar, mueve suavemente la sartén de vez en cuando para asegurarte de que todas las albóndigas se estén cocinando completamente.
- Las albóndigas de pollo generalmente necesitan alrededor de 15 o 20 minutos para cocinarse completamente. Sin embargo, el tiempo exacto puede variar dependiendo del tamaño de las albóndigas y la temperatura de cocción.
- Para asegurarte de que las albóndigas estén completamente cocidas, puedes cortar una por la mitad. El interior debe estar completamente blanco, sin rastros de color rosa.
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Ingredientes
- 600 g de pechuga de pollo picada o carne picada de pollo
- 50 g de pan rallado
- 100 ml de leche entera
- 1 huevo
- 1 cebolla
- 1 o 2 cucharadas de aceite de oliva
- 2 dientes de ajo
- Perejil fresco
- Pimienta negra molida
- Sal
- Aceite para freír
- Harina para empanizar
- Para la salsa: 800 g de tomate triturado (natural o en conserva)
- 1 cebolla grande
- 2 o 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- 1 o 2 hojas de laurel
Instrucciones
- En un bowl, remoja el pan rallado en la leche y déjalo reposar hasta que se forme una pasta suave. Este paso ayudará a que las albóndigas queden jugosas y tiernas.
- Si estás utilizando pechugas de pollo, pícalas en trozos pequeños. Si lo prefieres, también puedes utilizar carne picada de pollo.
- Pica una cebolla y sofríela en una sartén con aceite de oliva hasta que esté tierna y translúcida. Este sofrito le dará un sabor delicioso a las albóndigas.
- En el bowl con el pan rallado remojado, agrega la carne picada de pollo, la cebolla salteada, el huevo, los dientes de ajo picados, el perejil fresco picado, pimienta negra molida y sal.
- Mezcla todos los ingredientes hasta obtener una masa homogénea. Si la masa está demasiado húmeda, agrega un poco más de pan rallado.
- Cubre el bowl con papel film y deja reposar la masa en la nevera durante al menos una hora. Este paso ayudará a que las albóndigas mantengan su forma al cocinarlas.
- Pasado el tiempo de reposo, saca la masa de la nevera y forma albóndigas del tamaño de una pelota de ping-pong. Si la masa se pega a tus manos, humedécelas con un poco de agua.
- Enharina las albóndigas ligeramente para que adquieran una textura crujiente al freírlas.
- Calienta suficiente aceite en una sartén y cuando esté caliente pero no humeante, fríe las albóndigas por tandas hasta que estén doradas por fuera y cocidas por dentro. A medida que las retires de la sartén, colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
- Ahora prepara la salsa de tomate: en una sartén grande, calienta el aceite de oliva y añade la cebolla picada. Sofríe la cebolla a fuego medio hasta que esté bien cocida y ligeramente dorada.
- Agrega el tomate triturado, las hojas de laurel, pimienta negra molida y sal al gusto. Cocina la salsa a fuego medio durante unos 10 minutos, removiendo de vez en cuando.
- Pasado el tiempo de cocción, añade las albóndigas de pollo a la salsa y cocina todo junto durante otros 15 minutos.
- Puedes servir las albóndigas de pollo con salsa de tomate recién hechas o dejarlas reposar de un día para otro, ya que el sabor se intensificará.
- Espolvorea un poco de perejil fresco por encima.