Las recetas caseras de mamá y la abuela son tesoros que permanecerán por siempre en el recuerdo. Con ellas es fácil tele-transportarse a la infancia y reconocer lo que es sentirte amado, atendido, consentido y querido. Por eso y más, ¡madre solo hay una!
Claramente, hay muchísimas razones para amar a la figura materna, pero hay que destacar especialmente su tarea en la cocina. Tener la habilidad de alimentar a la familia entera (todos con gustos diferentes), en las mejores y en las peores circunstancias, tiene un gran mérito.
Sin embargo, a pesar de los estilos y personalidades de cada uno, hay recetas caseras que pasaron la barrera del tiempo y tienen sello de madre. Chequea este delicioso compilado y revive tus mejores momentos con algunas de estas preparaciones.
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Recetas caseras saladas que recuerdan a mamá
Lasaña de carne, queso y bechamel
La primera del top es la lasaña de carne, la única, la original y la que jamás tendrá competencia aunque existan otras versiones sanas y ricas. Hacerla lleva su trabajo pero vale cada minuto invertido. Primer paso: realiza la salsa boloñesa con 1 cebolla y dórala con 1 kilo de carne, sal y pimienta. Luego, revuelve, y a los 5 minutos añade 550 ml de pasta de tomate para que se cocine tapada por 15 minutos.
Posteriormente, cuando esté bien cocida, prepara la salsa bechamel y arma la lasaña en capas dentro de una bandeja. Primero, coloca las tejas de pasta, sobre ellas añade suficiente carne, esparce queso y vierte el aderezo. Continúa hasta llegar al tope y hornea por 45 minutos a 250 grados.
Pasta con salsa boloñesa
La pasta es otra de las recetas caseras que seguramente conociste por primera vez con mamá cuando tenías pocos años de nacido. Aunque hay variantes en este plato con salsa de tomate, queso y tocino, la más popular lleva salsa boloñesa.
Igual que en el ejemplo anterior, debes mezclar 750 gramos de carne picada con aceite de oliva, 2 zanahorias picadas, 1 apio y 1 cebolla. Después, vierte 1 taza de caldo de carne o agua, 450 gramos de tomates triturados, sal, pimienta, nuez moscada y las especias que te gusten. Luego de 1 hora, rectifica el sabor y reserva. Mientras tanto, en otra olla monta el agua hirviendo con sal, cocina la pasta, y finalmente sirve el plato con hojas de albahaca.
Guiso de carne, papas y zanahoria
Los guisos en general no podían faltar en este listado de recetas caseras con aroma familiar. El de carne con papas es el más icónico, si quieres preparar el tuyo como tu madre, sigue las siguientes instrucciones.
Calienta el aceite y sella 1 kilo de carne, revuelve cada cierto tiempo, agrega 250 gramos de zanahorias, 1 cebolla, 4 ajos y tomillo. Después de 15 minutos, salpimienta al gusto, vierte 200 ml de caldo de carne o agua, tapa la olla y deja que se cocine por 1 hora. Pasado el tiempo, destapa la cazuela, baja el fuego, añade las papas picadas y continúa la cocción por 45 minutos más.
Pollo frito
El pollo frito u horneado es otra de las recetas caseras de los viejos tiempos. Desde tiempos inmemorables es el plato favorito de muchos niños y adultos, y además es bastante fácil de preparar.
Si es frito lo único que tienes que hacer es condimentar y sumergir las piezas en 1 huevo batido con 200 ml de leche. Aparte, reboza el pollo en harina de trigo todo uso, pan rallado o molido, y llévalo a la nevera para que el empanizado se asiente. Para terminar, fríelo en abundante aceite, y colócalo sobre papel absorbente antes de servirlo.
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Recetas dulces
Bizcocho de vainilla y chocolate
No hay mejor postre para revivir la niñez que el bizcocho. Puede que con el tiempo tus gustos hayan cambiado, pero en ese entonces, un simple pastel con esencia de vainilla y chocolate era lo máximo.
Hornearlo tampoco es nada complicado: bate 4 huevos hasta que queden espumosos y agrega 120 gramos de harina más 120 gramos de azúcar. Realiza movimientos envolventes, vierte esencia de vainilla al gusto, mezcla nuevamente y hornea el postre por 45 minutos a 160 grados.
Gelatina
Desde muy pequeños lo único que puedes masticar bien es la gelatina, hasta que creces y tienes la libertad de elegir tus propios dulces. Sin embargo, la gelatina nunca pasará de moda, está más vigente que nunca en las dietas y es el postre elegido en las fiestas infantiles.
Hierve 1 taza de agua y cuando alcance el punto máximo de ebullición vierte el sobre de gelatina y revuelve inmediatamente. Una vez que se haya disuelto, agrega 1 taza más de agua, pero fría, bate y transfiere la gelatina al refrigerador por 4 horas.
Flan de huevo
Siempre es buen momento para picar un flan de huevo firme con caramelo en el tope. Para el glaseado calienta 5 cucharadas de azúcar a fuego lento y bate de vez en cuando hasta que tenga tono rubio. Además, bate 5 huevos con 5 cucharadas más de azúcar, añade 500 ml de leche entera y vuelve a unir todos los ingredientes.
Luego, coloca el caramelo en el fondo del molde, vierte la preparación de la leche, colócale su respetiva tapa y cocínalo a baño maría por unos minutos. Finalmente, déjalo en el horno por 40 minutos a 160 grados, y después déjalo en la nevera por 5 horas para que cuaje.
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