El té con jengibre es una de las soluciones emergentes y caseras más rápidas para calmar un poco el dolor o malestar de garganta.
La buena noticia es que hay varias maneras de prepararlo, así que, si en algún momento padeces de alguna irregularidad en esa zona y todavía faltan horas para acudir al médico, ¡ya sabes qué hacer!
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¿Cómo preparar té con jengibre de diferentes formas?
Vale mencionar que este condimento aromático tiene propiedades anti-inflamatorias y expectorantes, por ello sirve para aplacar, momentáneamente, la infección que tengas en la faringe. Consúmela al menos 2 o 3 veces a la semana, a menos que el especialista te indique lo contrario o sufras de diabetes e hipertensión.
1. Limón y miel
Primero, hierve ½ litro de agua y cuando alcance el punto máximo de ebullición agrega 2 trozos pequeños de jengibre sin piel. Después, baja el fuego a medio, espera alrededor de 7 minutos para que se infusione bien. Para terminar, extrae el jugo de ½ limón y viértelo en la taza junto con 1 cucharada de miel y el té con jengibre.
2. Con cúrcuma y té verde
Igual que en el ejemplo anterior, hierve 1 taza de agua, pero acá debes añadir 1 bolsita o 1 cucharada del té verde que tengas. En seguida, coloca 1 cucharadita de cúrcuma en polvo, 1 trozo de jengibre rallado o picado y déjalos a fuego medio por 10 minutos, aproximadamente.
Luego, retira el té con jengibre de las llamas, espera que enfríe a temperatura ambiente y tómalo en ayunas o después de 1 comida.
3. Con canela y limón
Este top 3 de bebidas calientes culmina con una propuesta cargada de especias dulces y también es muy fácil de preparar. Antes que nada, hierve 2 tazas de agua junto con 1 rama o palito de canela. Posteriormente, coloca 1 rodaja de jengibre sin piel, reduce el fuego, espera 5 minutos y sirve la infusión con jugo de ½ limón.
¿Qué frutas puedo usar en esta infusión?
Limón
El té con jengibre es maravilloso con jugo de limón, no solo mitiga un poco el sabor a picante, sino que además, contiene vitamina C.
No obstante, si no eres amante de los aromas cítricos o tu estómago no los procesa bien, puedes cortar 1 o 2 rebanadas muy finas. Con esta segunda opción le darás un toque y lograrás el cometido sin añadir zumo.
Piña
La piña es otra fruta estrella que hace magia por sí sola en cualquier preparación, pero especialmente en las infusiones. La cáscara y las rodajas desprenden mucho líquido, por ello, sería bueno que le coloques un poco al té con jengibre.
Además, no es necesario que sientas irritación, tos o carraspera en la garganta, realízala a media mañana o tarde y te ayudará con la ansiedad.
Naranja
Finalmente, tienes a la naranja que cumple prácticamente la misma función que el limón, con la diferencia que tienen nombres distintos.
En este caso, aplica la misma ley que en los ejemplos anteriores, vierte jugo de ½ naranja al servir la bebida tibia, o añade rebanadas.
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