Los complejos y las inseguridades con el cuerpo son más comunes de lo que creemos. Infortunadamente es una de las problemáticas que no solo afecta a las mujeres sino también a los hombres porque vivimos en una sociedad que idolatra un cuerpo ideal. En este artículo, te mostramos una meditación guiada para amar tu cuerpo y sentirte a gusto con él.
A menudo esta apreciación de lo que es la belleza, permea la percepción de nuestro propio cuerpo y tal vez lo juzgamos de manera desproporcionada. Los pensamientos negativos sobre nuestra apariencia física pueden llegar a ser más dañinos para nuestra salud y bienestar. Además, es posible que tomemos decisiones extremas sobre nuestra alimentación.
Superar estos complejos es un camino largo, pero sin duda es posible despertar el amor incondicional hacia tu cuerpo. Sigue el paso a paso de esta meditación a diario y verás los cambios en ti misma.
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Meditación guiada para amar el cuerpo
Para comenzar, el amor hacia el propio cuerpo siempre se inicia en el silencio y en la quietud. En un espacio y tiempo donde puedas tener una conexión profunda con tu verdadero yo. Una vez lo encuentres, sigue los siguientes pasos:
- Acuéstate en el suelo sobre una manta y cierra los ojos. Centra tu atención en tu mundo interior y aléjate de lo que esté ocurriendo afuera. Siente todo el aire que entra y sale de tu cuerpo. No hagas ninguna intervención al respecto, simplemente deja que tus pulmones hagan el trabajo de respirar de manera natural.
- Siente el trabajo que está realizando tu corazón. Tómate el tiempo de sentir cómo la sangre fluye por todo el cuerpo, desde el corazón hasta tus extremidades y torso.
- Luego, siente también cómo el suelo sostiene tu cuerpo. En este instante, no tienes que hacer absolutamente nada. Simplemente se trata de disfrutar el presente y la calma que tu cuerpo está sintiendo.
- En medio de esta quietud y tranquilidad, encontrarás el centro de tu cuerpo. En voz alta puedes decir: “Gracias, cuerpo, por ser la casa de mi alma. Te amo tal y como eres”. Este mantra lo puedes repetir diferentes veces para que poco a poco tu cuerpo escuche palabras positivas y deje a un lado los pensamientos negativos de juicios. Recuerda que amar el cuerpo toma tiempo y constancia.
Durante el día saca al menos 10 minutos para realizar esta meditación y en el transcurso de la semana puedes practicarlo al menos tres veces. Con paciencia verás cambios positivos en el proceso de amar tu cuerpo.