Durante la gestación, existen diferentes precauciones para el desarrollo de la salud del futuro bebé. Estudios han demostrado que la actividad física es un factor clave para asegurar un buen embarazo.
Es importante que el ejercicio físico sea específico, puesto que no cualquier actividad es beneficiosa para el cuerpo y la salud en ese periodo. En este artículo, te explicamos algunas recomendaciones claves para tomar en cuenta sobre el ejercicio físico durante la gestación.
Es importante, por supuesto, siempre consultar antes con un médico de cabecera todas las dudas específicas que tengas sobre la actividad física y el embarazo.
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Beneficios de la actividad física durante el embarazo
Uno de los principales beneficios del ejercicio físico durante la gestación es prevenir una ganancia excesiva de peso. En más del 50% de los embarazos en el mundo esto es bastante común y conlleva al sobrepeso del recién nacido.
Según un estudio publicado en la National Library of Medecine, comenzar el embarazo con obesidad puede acortar en más de 15 años la esperanza de vida de los recién nacidos. Así que realizar actividad física durante el embarazo puede asegurar una mejor calidad de salud.
Además, reduce el riesgo de padecer enfermedades como hipertensión, diabetes gestaciones, preeclampsia, depresión, parto por cesárea, dolor lumbar, dolor pélvico e incontinencia urinaria.
También, el estudio asegura que realizar ejercicio no supone un parto prematuro, estrés fetal o bajo peso al nacer. Esto durante mucho tiempo fueron mitos alrededor del embarazo que hasta en la actualidad se derribaron.
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¿Qué ejercicios debe realizar?
Una investigación titulada Exercise during pregnancy publicada en National Library of Medecine menciona la duración, frecuencia y tipo de ejercicio. Los autores señalan la importancia de combinar el trabajo aeróbico y de fuerza en cada una de las sesiones. Deben durar alrededor de 45 a 65 minutos, entre 3 y 4 días a la semana.
En cuanto al pilates y el yoga son recomendables, en especial, para mejorar la salud mental y reducir el dolor. Según las recomendaciones, la actividad física debe iniciarse desde la semana 9 a 12 de gestación hasta la 38-39 de embarazo.
Por supuesto, la intensidad debe ser moderada y ajustarse a cada mujer. Lo importante es no aumentar el 90% de frecuencia cardíaca máxima para evitar el riesgo de hipertermia, deshidratación o reducción del flujo uterino.
Se recomienda de igual manera, posponer las carreras de larga distancia, trabajo de pesas y ejercicios de saltos con alto impacto durante el embarazo.