El lirio de paz o cuna de Moisés es una de las plantas más populares en los hogares latinoamericanos. Se trata de una flor muy parecida al tulipán y, aunque su delicadeza sea de admirar, la verdad es que no tiene muchos cuidados especiales.
Sin embargo, siempre es importante prestarle atención a su hidratación y a diversos factores que influyen para que luzca siempre hermosa y sana. Sus hojas son grandes: de 12 a 65 cm de largo, y 3 cm de ancho.
Te contamos en este artículo algunos cuidados que debes tomar en cuenta si deseas tener una en casa.
¿Cuál es el origen del lirio de paz o cuna de Moisés?
El lirio de paz o la cuna de Moisés es originario de América Latina, en especial, la zona tropical. Por lo tanto, tu planta en el hogar puede resistir a los espacios calurosos y húmedos. Una de las cosas más importantes es otorgarle una gran cantidad de agua y asegurarte de que reciba sol.
Mantén la planta a una temperatura alta
Como mencionamos, la cuna de Moisés debe mantenerse en un lugar tibio de tu hogar. La recomendación es ubicarla cerca de la ventana y no en la terraza o jardín. La flor no necesita del sol directo y su temperatura ideal es entre 15 a 25° C.
La tierra debe permanecer húmeda
La tierra del flor de lirio debe permanecer húmeda, aunque no encharcada. Recuerda que cuando hidratas en exceso una planta, pudres las raíces y afectas su salud. En invierno, la planta debe mantenerse húmeda solo cuando la tierra se encuentre completamente seca.
Cuidados especiales de la flor
Si la cuna de Moisés ya cuenta con una flor, es importante que la tierra esté bien húmeda y a temperatura de 20 ºC. También sus hojas deben permanecer limpias y para lograrlo puedes pasar constantemente una toallita de algodón mojada. Recuerda no frotarlas demasiado, simplemente es para remover el polvo que se acumula.
También puedes leer: Plantas de interior según el Feng Shui
Cambia su maceta
Es importante que cada año trasplantes el lirio de paz para que la planta renueve su hogar. Debes tomar en cuenta que la maceta debe tener hoyos para que el agua se drene adecuadamente. Si es posible, coloca la maceta en un platón amplio y poco hondo.