¡Los sueños sí se cumplen! Y así lo demostró una mujer, luego de compartir en sus redes sociales que logró tener un carro propio gracias a su negocio: vende raspados (un refresco compuesto de hielo troceado o rallado con jarabe de sabores variados).
Se trata de Lorena Campos, una mujer de 27 años que demostró que con trabajo y dedicación los sueños se cumplen. La colombiana tiene un emprendimiento de raspados en La Guajira, Colombia, y gracias a este adquirió una camioneta.
A través de sus redes sociales, publicó una fotografía de ella junto al vehículo y en la descripción escribió: «Mi primer carro vendiendo raspaos».
Mi primer carro vendiendo Raspaos ❤️ pic.twitter.com/SV34Ie2xXh
— Campo 🍧 (@lorecampon) October 1, 2022
Te recomendamos: Deivison Campo, el colombiano que se hizo famoso vendiendo mazorcas en la Torre Eiffel
Compartió su logro en redes sociales y se hizo viral
Cientos de internautas felicitaron a Lorena por su nueva adquisición asegurando que su historia era de motivación para otras personas y le escribieron:
«Qué felicidad, disfrútalo, pasea mucho, cuídalo, visita muchos pueblos, me alegro por ti, aunque no te conozca, sé que valió la pena», «Felicidades, eres una guerrera», «¡Wow te felicito, gracias por compartirlo! Me inspiraste mucho a seguir soñando y trabajando por esas metas que tengo, muchas veces siento que no podré. Pero este tipo de publicación me motivan, gracias».
Durante una entrevista para el diario El Tiempo, Lorena reveló que empezó su negocio hace tres años, luego de que el hombre que le vendía raspados falleciera.
«El señor falleció y a mí me encanta el raspado y siempre había querido tener una máquina para producirlo. Me surgió la idea, pero haciéndolo más grande, de fruta natural, con una imagen no tan común», declaró.
De esta forma, ella y su hermano compraron una máquina para romper hielo gracias a un préstamo de su abuelo y fundaron Campo Ice. Inicialmente, el negocio estaba ubicado en la puerta de su casa y por años tuvo un puesto en la calle. Con el tiempo logró tener mejores instalaciones. Con el fin de hacer un producto diferente, vio tutoriales en Internet para crear sabores distintos como tamarindo, kola o chicle.
«Vendí 475 ‘raspaos’, hacían filas para comprarlo. Con la ayuda de mi mamá, mi hermano y una amiga logré organizarme y venderlo», agregó Lorena en diálogo con el citado medio.
Ahora su meta es hacer un viaje a Italia para hacer un curso de heladería artesanal, con el objetivo de que ‘Campo Ice’ siga creciendo más.