El trasplante de una planta a una nueva maceta puede volverse en algunos casos un trabajo engorroso, pero con estos sencillos trucos podrás hacerlo con éxito.
Si es la primera vez que lo vas a hacer, es normal que te dé un poco de miedo hacerlo, pero no te preocupes es muy sencillo hacerlo siguiendo estos consejos.
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Tips para trasplantar plantas a otra maceta
Hay dos maneras de saber si tu planta debe ser cambiada a otra maceta:
La primera, es tomar con cuidado tu planta y voltearla, si la tierra está muy comprimida, es decir que no se mueve con esta acción que hiciste, evidencia que las raíces están muy apretadas y por lo tanto es la señal para cambiarla.
La otra forma de saberlo es cuando ves que las raíces están saliendo por todos lados, incluso de la superficie de la tierra.
Si ninguna de esas situaciones ocurre, significa que tu planta está a gusto en su maceta y no es necesario cambiarla. En cambio, si identificaste alguna de las señales, sigue estos consejos:
Afloja la tierra
Si la maceta actual es de plástico, puedes cortarla con unas tijeras. En el caso de que el plástico sea muy duro, puedes aflojar la tierra comprimiendo la maceta con tus dedos y probar qué tan floja está para jalar la planta desde la parte baja del tronco. Nunca debes hacerlo desde arriba.
En cambio, si la maceta es de barro o de otro material no blando, puedes usar un cuchillo, pásalo cuidadosamente por toda la orilla y humedece un poco la tierra. Voltéala cuidadosamente y dale unos golpecitos en la parte de abajo. Cuando veas que esté aflojándose la tierra, tira del tronco suavemente.
Prepara la maceta
La nueva maceta no debe ser muy grande, pues de ser así, va a necesitar más agua. Una vez que la tengas, pon una bolsa de plástico con agujeros en el fondo de la maceta. Esto ayudará a que conserve la humedad.
Coloca un poco de tierra en el fondo junto con el abono que utilices para tus plantas y mézclalos.
Coloca la planta
Con la tierra que extrajiste de la maceta anterior, coloca la planta justo en medio de la nueva y llena de tierra a su alrededor hasta alcanzar un buen nivel. Finalmente, es muy importante que la maceta esté bien ubicada para que la planta quede firme y pueda crecer sin problema.