Es común pensar que la sandía solo la podemos conseguir en el supermercado, en tiendas de verduras o que se debe tener un gran espacio para realizar su cultivo. En este artículo te diremos cómo germinar sandía a partir de su semilla con utensilios que seguramente tienes en casa.
Esta fruta resulta deliciosa, refrescante y versátil a la hora de preparar batidos o helados. La puedes tener en casa con un sencillo método y verás que en menos de una semana comenzará a germinar. Para que lo logres es importante que la planta esté bajo las condiciones ideales.
La planta de sandía solo necesita los cuidados básicos y la tierra adecuada para que pueda florecer. Sigue estos sencillos para germinar sandía desde la comodidad de tu hogar.
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Necesitas pocos implementos
La primera parte del proceso del cultivo la puedes hacer dentro de tu casa y con pocos elementos. En pocos días la sandía tendrá raíz y se formará una planta fuerte.
Elementos que necesitas:
- Servilletas de papel
- Agua
- Envase mediano
- Atomizador
- Papel aluminio o papel film
- Semillas de una sandía.
Germina sandía en poco tiempo
Primero debes tomar algunas semillas de una sandía. Córtala y retira cada una para que inicies con la germinación.
Sobre la mesa, coloca un envase mediano con una servilleta de papel en la base y encima de esta, pon las semillas de sandía regadas con una distancia considerable entre cada una. Coloca otra servilleta sobre las mismas de modo que queden tapadas.
Procede a rociar un poco de agua con un atomizador sobre las servilletas hasta que quede bien mojado el papel y las semillas.
Tapa muy bien el envase con papel de aluminio o papel film y haz unos pequeños orificios para que salga un poco la humedad. Ubica el envase con las semillas en un lugar cálido y verifica diariamente que estén húmedas.
Cuando pasen cinco días, notarás que han comenzado a germinar. Allí verás que tendrán 1 cm aproximadamente de raíz. Será el momento de proceder con el cultivo en una maceta.
Siembra en una maceta pequeña
El siguiente paso será trasplantar las semillas a unas macetas pequeñas o vasos. El recipiente o maceta debe tener al menos dos agujeros de drenaje.
Llena las macetas con tierra vegetal húmeda y en el centro abre un espacio profundo con tus manos para albergar las semillas con su raíz.
Colócalas y tapa con la misma tierra. Ahora ubica las macetas cerca de una ventana o donde reciban mucha iluminación natural (evita el sol directo). Este proceso de cultivo debe durar aproximadamente 15 días y verás que al pasar este tiempo aparecerán los brotes verdes.
En ese momento deberás trasplantarlas a tu jardín o a una maceta más grande. Lo mejor es que no necesitan de mucha profundidad, pero sí será necesario que se mantenga húmeda con claridad natural.
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