Hay alimentos que se deben lavar antes de preparar cualquier receta o platillo con el que quieras sorprender a tu familia. Pero también es verdad que han surgido interrogantes en cuanto algunos de ellos, específicamente si debemos lavar la carne de res.
La respuesta es no. La carne cruda no debe ser lavada antes de cocinarla, no solo la carne de res; tampoco se debe lavar la carne de cerdo, cordero o de aves.
La razón es bastante sencilla de entender. Si lavas la carne de res cruda, las bacterias que esta tiene en sus jugos y sus vísceras se pueden propagar al resto de alimentos o a los utensilios de cocina que estés utilizando.
Otras razones por las que no debes lavar la carne de res
Si lo anterior no es suficiente, es importante que sepas que la humedad actuará al contrario: contribuirá a la proliferación de las bacterias.
Como resultado, se puede producir la temida contaminación cruzada ocasionando algunos problemas en el organismo.
Además, las bacterias están adheridas a la carne y con solo ponerla debajo del grifo no se eliminarán como se desea.
Lo mejor es eliminar las bacterias cocinando la carne
Ahora bien, seguro te estás preguntando ¿cómo elimino las bacterias de la carne si no se puede lavar?. La mejor forma de destruirlas por completo es cocinando la carne. Da igual si lo haces directo en el sartén, al horno o a la parrilla.
Lo ideal es que hagas la carne de res con la temperatura adecuada y que quede bien cocida a más de 60 grados centígrados. No obstante, se recomienda que para cortes grandes de carne de res, se cocinen a 145 grados.
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¿Qué se debe hacer para los platillos con carne cruda?
Hay deliciosas preparaciones que ameritan solo carne cruda, como el steak tartar o carpaccios. Y para eliminar las bacterias en los cortes de carne de res debes aplicar un método sencillo: solo tienes que congelar la carne inmediatamente después de comprarla.
Puedes dejarla en el envoltorio en la que viene empacada o puedes utilizar bolsas de congelación. También funcionan los envases o tuppers especiales para esto.
Luego, solo tendrás que descongelarla en la nevera. Nunca lo hagas a temperatura ambiente.