El tomate es un fruto que tiene múltiples usos en la cocina y que además tiene un sabor delicioso, por lo que es importante que aprendas a sembrar tomates en casa de una manera fácil.
Además, es tan versátil que puedes comerlo crudo, en salsas, jugos y sofritos. El tomate aporta un sabor y color único a los platillos, convirtiéndose en un ingrediente indispensable en la gastronomía.
En este artículo te explicaremos cómo sembrar tomates en una maceta de forma fácil, rápida y económica.
Lo que necesitas para sembrar tomates
Semillas
Puedes obtenerlas comprándolas en un comercio de jardinería o las puedes extraer de un tomate. Para esto, abre uno por la mitad y saca las semillas.
Luego pásalas por un colador y agrega agua para que se desprenda del resto de la fruta. Por último, sécalas con papel absorbente hasta que verifiques que no tienen ningún líquido.
Te recomendamos: Tierra y semillas: lo que necesitas para sembrar pimientos sin gastar dinero
Una maceta grande de plástico con agujeros
La maceta adecuada para sembrar las semillas debe tener 30 centímetros de diámetro y 45 de profundidad. Todo dependiendo del espacio disponible en casa, pero lo más recomendable es que sea grande.
Además, no es aconsejable que sea de un material pesado porque te costará moverla cuando sea necesario. Lo mejor es que utilices una maceta de plástico.
También debe tener agujeros en la parte baja con un plato porque ahí caerá el agua que drenará después del riego.
Tierra
Puedes comprarla en una tienda especializada, asegurándote con un experto que sea rica en materias orgánicas, y que tenga un nivel suficiente de acidez, con un pH entre 6,5 y 7,0.
Pasos para la siembra
- Primero rellena la maceta con la tierra dejando 5 centímetros libres.
- Aplana la tierra y esparce las semillas dejando una corta distancia entre ellas.
- Húndelas en la tierra, presionando suavemente y luego rellena con tierra los 5 cm que dejaste anteriormente.
- Sigue presionando con suavidad hasta que la tierra quede compacta.
- Riega con suficiente agua. Asegúrate que la planta siempre esté húmeda pero evita que se encharque para no ahogarla.
- Ubícala en un lugar cálido donde reciba luz solar. Si es verano no te excedas porque se pueden quemar.
- Es recomendable que no la sitúes en un lugar donde reciba fuertes vientos.