El origen de los bagels comenzó en Polonia en el siglo XVII, y se ha vuelto popular desde hace unos años en las calles de Nueva York por su alta demanda y por su versatilidad.
En Latinoamérica también es muy famoso, por su exquisito sabor y por la facilidad de ser ingerido en cualquier momento, y no podemos dejar de mencionar que los bagels se adaptan a cualquier receta.
El bagel es un pan redondo con un agujero en el medio, hecho con harina de trigo, y tiene una cocción distinta ya que se debe cocinar primero en agua hirviendo para posteriormente ser horneado. Esta técnica permite que el pan sea denso con una cubierta exterior crujiente. Además, a la suave masa le podemos agregar ajonjolí, orégano, cebolla o ajo.
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Versatilidad de los bagels: puedes comerlo en cualquier momento del día
En el desayuno:
El bagel puede ser consumido frío o caliente, horneado o tostado. En la mañana, puedes ponerlo unos minutos en la tostadora y agregarle un toque de aceite de oliva. Lo puedes acompañar con huevos revueltos, tocineta y unas láminas de queso.
También lo puedes disfrutar en su versión dulce; agregándole mantequilla de maní o miel, e incorporar unos trozos de frutas de tu preferencia.
A media mañana:
En ese momento que todavía faltan horas para el almuerzo y tienes hambre, el bagel es una excelente opción. Una manera de comerlo a esta hora es agregarle queso crema y jamón. Además nos aportará calorías para afrontar el día con más energía.
En el almuerzo:
Es ideal para los días laborables cuando no tienes mucho tiempo para alargar la hora de la comida. El bagel es perfecto para estos momentos ya que lo puedes comer con unas rodajas de aguacate, espinacas o rúcula. También se le puede añadir atún o cualquier embutido acompañado de un toque de mayonesa o mostaza miel.
Para la merienda:
En este momento siempre provoca comer algo dulce, y el bagel puede solucionar la tarde. Lo puedes combinar con una deliciosa mermelada, con mantequilla de maní, o yogurt.
Existen muchas opciones que son adaptables al gusto de cada uno y si le añades unos frutos secos machacados, le dará un toque más crujiente.
Para la cena:
Cuando termina el día, muchas veces es difícil preparar algo de comida elaborada, o simplemente queremos cenar algo más ligero. Puedes combinar los bagels con salmón y rúcula, pero si quieres comerlo con algo más contundente, el bagel también puede sustituir al sándwich y funcionará si lo calientas en una plancha, con carne asada, rodajas de tomate y un toque de mayonesa.
Dato importante: Si has comprado cantidades de bagels y quieres conservarlos frescos, es recomendable mantenerlos refrigerados, así se mantendrá suave la masa y a la hora de consumirlo, los puedes calentar en el microondas o en la tostadora.
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Ingredientes
- 450 gr. de harina de trigo
- 125 ml de agua tibia
- 125 ml de leche tibia
- 15 gr. de levadura
- 5 gr. de azúcar
- 1 clara de huevo
- 1 yema de huevo
- 5 ml de leche
- 30 gr. de mantequilla derretida
- Aceite de girasol
- Sal
- Ajonjolí (opcional)
Instrucciones
Primero debes desmenuzar la levadura y mezclarla con la harina de trigo, la sal, el azúcar, la mantequilla derretida, la clara de huevo, la leche y el agua.
Amasa por unos minutos hasta tener una masa lisa.
Engrasa un envase amplio con aceite de girasol, luego introduce la masa y cubre con un trapo limpio para que repose durante una hora aproximadamente. Cuando la masa haya aumentado el volumen, ya está lista para manipular.
Inserta el puño en la masa un par de veces y amasa suavemente.
Corta ocho porciones que sean del mismo tamaño. Prepara bolitas de cada una y forma los bagels con un agujero en el medio.
Llena un recipiente amplio con abundante agua y llévala a ebullición. Introduce cada bagel en el agua hirviendo durante diez segundos, y retíralos.
Precalienta el horno a 210º.
Coloca los bagels en una bandeja de horno cubierta con papel para repostería y pincela con una mezcla de yema de huevo batida y un poco de leche. Espolvorea con las semillas de ajonjolí e introdúcelos en el horno durante 25 minutos o hasta que estén dorados.
Retira del horno y déjalos enfriar antes de comerlos.