Ana María Herrera viajó hace unos años aceptando una oportunidad laboral trabajando como ingeniera para el mercado hispano en Estados Unidos. Ella sentía nostalgia por la gastronomía de su tierra y no hallaba un lugar donde prepararan tamales que le hiciera reconectar con sus raíces.
En 2015, la ingeniera de sistemas nacida en Ibagué (Tolima), le pidió a su mamá que le preparara ese delicioso plato típico para saciar su antojo. No se imaginó que la preparación de los tamales alcanzaría para darle a familiares, vecinos y amigos en Miami.
“Apenas lo probaron los amigos se enloquecieron con el delicioso sabor del tamal tolimense y preguntaban cuál era la receta”, recordó Ana María.
Gustaron tanto los tamales, que días después, los amigos de Herrera corrieron la voz en la comunidad latina y regresaron a su casa para encargarle más. De allí surgió el emprendimiento gastronómico “Sabor Colombia US”, que hace entregas a domicilio.
Junto a su madre y su esposo, Edwin Moreno, quien es contador público se dieron la tarea de elaborar más tamales que se vendieron en un abrir y cerrar de ojos. A punta de sabor y sazón tolimense nació este restaurante virtual que genera ocho empleos directos y unos 30 indirectos, pues también elaboran la tradicional lechona, arepas, empanadas y pandebonos.
“Sabor Colombia US tiene cobertura a domicilio en toda la ciudad de Miami, donde los clientes piden nuestros productos y nosotros los entregamos en sus casas”, contó Ana María de 34 años de edad y madre de dos hijos.
Te puede interesar: Alejandro Martin, el colombiano que gana millones de dólares al año vendiendo tamales en Estados Unidos
Calidad y amor
Asimismo, aseguró que la preparación de un buen tamal es la sazón tolimense, “también le agregamos a la masa una pizca de amor y algunos secretos de la gastronomía autóctona de mi tierra”.
Otro punto clave es la calidad de los ingredientes, como el arroz, arveja amarilla, zanahoria, papa, pollo y buenos cortes de carne de cerdo. Al igual que en los municipios del Tolima, los tamales son envueltos en hojas de plátano que se consiguen con facilidad en Miami.
“Toda la producción es en equipo, pero mi mamá es quien le pone el alma y el sabor al tamal”, aseguró.
Esta familia no olvida la cultura de su departamento tampoco los sitios turísticos como el Cañón del Combeima. Siempre llevan en su corazón al barrio Jordán primera etapa, donde nacieron y credieron, donde su abuela Anita Santos les enseñó a cocinar tamales.
Hace 11 años, Ana María Herrera viajó a Miami donde consiguió un empleo en ingeniería de sistemas y luego tuvo la oportunidad de laborar en el mundo de los bancos. Ahora, se dedica por completo a la producción de tamales y lechones y “me gusta mucho esta tarea de dar a conocer la cultura y gastronomía del Tolima”.