La canela es una de las especias más utilizadas en la cocina porque tiene muchos usos: funciona para bebidas, postres y deliciosos platillos. Para tener tu propia planta, te diremos cómo cultivar canela en sencillos pasos sin necesidad de utilizar semillas.
Para esto, es necesario que tengas un esqueje del árbol de canela. Este puedes comprarlo en tu tienda de confianza o en un invernadero. Otro implemento que necesitas será un recipiente amplio de unos 20 litros de capacidad ya que puede llegar a alcanzar hasta 2 metros de altura.
Esta rica especia se ha convertido en la preferida de muchos ya que tiene un sabor dulce, un poco leñoso y algo ácido. Por eso es importante que la tengas a la mano en casa.
Aprende a cultivar canela en casa
¿Qué necesitas?
- Un esqueje o un tallo de árbol de canela sano
- Una maceta grande con agujeros en la base
- Tierra rica en nutrientes
- Humus de lombriz
¿Cómo cultivarla fácilmente?
- Llena la maceta de 20 litros con tierra rica en nutrientes con partes iguales de sustrato universal y compost.
- Agrega humus de lombriz para que el árbol de canela pueda echar raíces.
- Deja un espacio de 10 centímetros y verifica que el suelo esté ligeramente húmedo.
- Haz un agujero en el centro ancho y profundo.
- Saca la planta que compraste de la bolsa, retira un poco la tierra de la base para que las raíces puedan crecer.
- Ponla en el agujero que abriste en la tierra y cierra hasta que quede bien cubierta.
- Riega alrededor para que se mantengan húmeda.
La cosecha de la canela la podrás hacer después de 2 años aproximadamente si le das los cuidados necesario. Solo deberás cortar un trozo, podarla y dejarla en un lugar oscuro durante unos días para que no pierda su aroma.
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Cuidados del cultivo de canela
Para que el árbol de canela sea exitoso, te daremos algunas recomendaciones para que esté saludable todo el año:
- Si notas que van saliendo algunas hojas amarillas, quítalas con cuidado.
- Mantén la planta en un ambiente cálido. Lo ideal es que la tengas en un sitio donde reciba luz solar indirecta.
- Evita que reciba luz solar directa porque se puede quemar.
- Riégala regularmente para que la tierra siempre esté húmeda, pero sin encharcarla.