Los cuidados que necesita la planta aguileña son muy pocos: necesita tener un suelo con buen drenaje, luz solar directa y su riego debe ser moderado.
Esta flor proviene de las zonas templadas de Europa y Asia. Recibe el nombre de aguileña porque los pétalos suelen asociarlos con el águila.
Por otra parte, el color de las flores suele ser azules aunque existen otros tonos como el blanco, morado y rosa. Incluso hay algunas que tienen pétalos dobles. Sus hojas son lanceoladas y su floración va desde la primavera hasta el verano.
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Cuidados de la planta aguileña
Luz, temperatura y ubicación
Es muy resistente y tolera temperaturas de hasta -20 °C, cuando llega al invierno, la planta entra en reposo vegetativo, donde pierde las hojas y tallos. En la próxima primavera vuelve a emerger.
Necesita luz solar directa. Sin embargo, sus mejores floraciones ocurren cuando está en sombra parcial. Le agrada estar en zonas donde haya mucho viento.
Suelo y abono
La aguileña soporta cualquier tipo de suelo, ya sea pesado o ligero. Eso sí, no puede estar encharcado.
Te recomendamos que prepares una mezcla de sustrato a partes iguales de humus de lombriz, turba y un puñado de perlita para aportarle los nutrientes que necesita. Mézclalos bien y luego colócalo dentro de la planta.
A principio de la primera, aplica un fertilizante líquido equilibrado para promover una buena floración. Los expertos de la jardinería recomiendan que durante el otoño se coloque un mantillo de paja o de estiércol.
Riego
En cuanto al riego de la planta aguileña, esta debe ser moderada. Es decir, la frecuencia tiene que ser una vez a la semana. Cuando aumente el calor, debes hacerlo interdiario, un día sí y otro no.
Para saber si necesitar regar, debes revisar el suelo, si está húmedo no es necesario, porque sino podrías encharcar la tierra y esto podría pudrir a la planta.