Los cuidados de la palma areca son fáciles de aplicar ya que es una planta que agradece la semisombra y crece muy bien en climas tropicales. Por eso, es una de las más utilizadas en la decoración de interiores.
Sus características particulares aportan a cualquier espacio un toque verde único, mientras que también funciona para purificar el aire del hogar.
Si quieres tener una linda palmera en casa, te diremos cuáles son los cuidados básicos para que se mantenga siempre verde y llamativa.
Características de la palma areca
La palma areca, también conocida como ‘palmera bambú’ o ‘palma de frutos de oro’, tiene su origen en la isla de Madagascar.
Sus hojas son bastante largas, de hasta 2 metros y se dividen por varios folíolos. Pero cuando florece, crecen pequeñas flores de tonos blancos con un intenso aroma muy agradable.
En cuanto al tamaño que puede llegar a tener, habitualmente mantiene su altura entre 1,5 y 3 metros. Aunque puede alcanzar hasta el doble si se tiene en óptimas condiciones.
Cuidados de la palma areca
Luz indirecta
La palma areca se desarrolla muy bien en ambientes luminosos donde la luz solar no le da directamente. Puede llegar a soportar ubicaciones donde reciba iluminación directa, pero si quieres que siempre esté frondosa, lo ideal es que esté a semisombra.
Por esto, es una de las más utilizadas como planta de interior porque crece adecuadamente en cualquier habitación iluminada o en la sala cerca de la ventana.
Si la sacas a tu patio o jardín, es posible que sus hojas se quemen y se estropeen.
Requiere de humedad ambiental
También requiere de humedad en el ambiente ligeramente alta para poder desarrollarse adecuadamente. La planta transpira una gran cantidad de agua a través de sus hojas.
Si notas que las puntas de las hojas cambian a un color marrón, significa que la palma areca necesita más humedad. Puedes hacerlo dos veces al día pulverizando sus ramas con la ayuda de un atomizador con agua.
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Necesita riegos abundantes
Entre los cuidados de la palma areca para que crezca correctamente, está uno de lo más esenciales: el riego. Este debe ser abundante y con regularidad.
En primavera y verano lo ideal es que la riegues cada 2 o 3 días. Todo dependiendo de cómo se encuentre la tierra y la zona donde esté ubicada.
Lo importante es que verifiques si el sustrato está húmedo para no encharcarlo. Si notas que está seco, es el momento perfecto para regarla.
Del mismo modo, en la temporada de invierno deberás reducir el agua para que la palma areca no se ahogue.
Temperatura
Con respecto a la temperatura, la palmera debe mantenerse en un rango de temperaturas por encima de los 15 grados centígrados. De hecho, su temperatura ideal es de 18 grados centígrados a 25.