Si tu ‘árbol de la abundancia’ no crece, se le han caído las hojas, se estanca o su follaje es bastante pequeño con color amarillento, te recomendamos que sigas los consejos que te dejamos en este artículo para que puedas recuperar tu planta de jade.
Lo bueno es que las formas de hacerlo no son complicadas y podrás resolver este problema en casa tú misma. La solución está en que revises muy bien la raíz del jade, que la expongas a la luz adecuada y que no te excedas en los riegos.
Condiciones que pueden causar que tu planta de jade no florezca
Las causas posibles pueden ser varias. Si tiene exceso de humedad, notarás que tiene un moho negro que cubre las hojas del jade.
Otra señal que indica que hay presencia de moho es que la parte superior de la tierra dentro de la maceta tiene una cubierta gris o blanca. Esto puede ser por el exceso de agua o de demasiados fertilizantes.
Cabe destacar que, el jade como todas las suculentas, es una planta resistente. Cuando ocurre algo malo, principalmente es por el riego lo que podría desencadenar varios inconvenientes que impiden el crecimiento de la planta.
Aprende cómo debes hacer para que tu plantita reviva y así disfrutar por mucho tiempo del árbol de jade.
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Recomendaciones para recuperar la planta de jade
Inspecciona la tierra y limpia las raíces
Cuando las hojas de tu planta comienzan a caerse o a cambiar de color, verifica el suelo. Si notas que está seco, riega la planta a fondo sin excederte.
Otra opción para salvar la planta es que la saques completamente de la tierra y retires todo el barro que está adherido a las raíces. Hazlo poco a poco y con cuidado con tus manos. Lo ideal es que dejes todas las raíces despejadas sin nada de la tierra que tenía.
Limpia las raíces con suficiente agua, toma una maceta con orificios de drenaje y utiliza tierra nueva (preferiblemente suelta y fresca).
Prepara el fondo con un poco de tierra, pon la planta en el centro y cubre completamente toda la raíz con tierra. Esparce por todo el espacio y presiona un poco con tus manos.
Pódala
Cuando la hayas trasplantado, procede a podarla para estimular el crecimiento. Con una tijera de jardinería, retira los copos donde comienza cada tallo en la superficie (el primer nudo que notes en la parte de arriba).
Dale una forma pareja y estética; esto ayudará a que esté frondosa y así lograrás que se recupere muy rápido. Además, lucirá magnífica en el sitio que hayas decidido ponerla en casa.
Ubícala en un lugar a media sombra y riégala
En este punto de recuperar el jade, pon la maceta en un lugar con sol directo o a media sombra. Por eso, será necesario que la riegues todos los días mientras está en el proceso de recuperación (si la tendrás con sol directo).
Si decides ponerla a media sombra, riégala de dos a tres veces por semana. Hidrátala como debe ser para que recupere su vitalidad, evitando el exceso de riego.