Al empezar el día es normal que queramos tener más energía para cumplir con las tareas. Es normal que necesitemos en la mañana un buen tiempo para despejarnos un poco y podernos concentrar.
Sin embargo, existen diversas maneras para levantarnos con mucha más energía sin tener que recurrir a elementos externos. Solo debemos poner en práctica unos sencillos trucos que harán nuestra vida más agradable.
Sabemos que no hay nada peor que iniciar la mañana sin ganas porque esto puede desencadenar una serie de hechos desafortunados para la jornada. Por tal razón, aquí te brindamos las diferentes pautas para hacer que tu día empiece bien.
Tener más energía merece nuestra atención
Respiración:
Lo primero que debes hacer es permanecer un par de minutos en la cama luego de despertarte. Mientras tanto, comienza inspirando y expirando de manera profunda cinco veces seguidas. Poco a poco te sentirás más despejado.
Después haz un breve repaso mental de todo el cuerpo iniciando por los pies. Continúa el recorrido para sentir cada parte del cuerpo hasta llegar a la cabeza. Finalmente, abre los ojos.
Te puede interesar: Hábitos para adelgazar en la mañana: realiza estos consejos
Haz estiramientos:
Toma unos minutos para poner tu cuerpo en movimiento y mejorar la flexibilidad. Empieza por estirar los brazos, luego las piernas y finalmente la espalda.
Ponte de pie y trata de alcanzar la punta de los dedos de los pies con las manos. También puedes hacer algunas rotaciones suaves con el cuello.
Esto te ayudará a despertarte en la mañana y dejar a un lado el agarrotamiento muscular. ¡Verás el cambio de energía!
Toma agua:
Una de las estrategias más efectivas para mantener la energía es hidratarse. El agua te ayuda a cumplir con la tareas del día de forma más productiva, así lo dijo un estudio realizado por la Sociedad Española de Nutrición Básica y Aplicada.
Tal vez te parezca que no lo necesitas, pero con el tiempo verás que tu cuerpo lo pedirá. Lo mejor es que el agua esté al clima, ni demasiado caliente ni demasiado fría.
Dúchate:
Una buena ducha te puede ayudar a comenzar la mañana. Cinco minutos son suficientes y pueden marcar un antes y un después.
Empieza con una temperatura ligeramente cálida y poco a poco ve bajando la temperatura. Al final termina con agua fría. Cuando salgas de la ducha, seguro te sentirás mucho mejor.
Ver más: Ducha fría o caliente: ¿cuál es mejor opción después del entrenamiento?
Desayuna:
Incluir alimentos ricos en vitamina C, carbohidratos y proteínas es ideal para elevar tu energía en el día. Debes tomarte el tiempo para masticar bien y consciente. Procura no hacer otra actividad mientras comes.
Organiza tu tiempo:
La peor manera de empezar la jornada es hacerlo con prisas. Es un gasto físico y emocional innecesario. Por tal razón, trata de madrugar un poco más y acuéstate antes para tener tiempo de despejarte y organizar tu horario.
Como ves, iniciar el día con ánimo no toma más de 40 minutos. Recuerda que los primeros minutos determinan cómo te irá durante el resto del día. Así que intenta aprovechar al máximo esos primeros minutos de la jornada y recoger la mejor energía. ¡Mucha suerte!