A pocos metros de la Plaza de Bolívar del centro de Bogotá, Colombia, se esconde una joya gastronómica que tiene más de 200 años de historia. Se trata del restaurante ‘La Puerta Falsa’, fundado en 1816, seis años después de que en la Casa del Florero, muy cerca de la plaza; se gestara el movimiento independista.
Desde su creación, miles de colombianos y turistas han llegado a este lugar en busca de los sabores santafereños más tradicionales.
Aunque la fachada del local pasa desapercibido, en el momento en que los curiosos deciden entrar, el ambiente colonial transporta a los comensales a casi tres siglos atrás, donde el pan, el queso y el chocolate eran un verdadero manjar. Esa combinación continúa siendo uno de los platos más pedidos en el restaurante.
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Especialidades de La Puerta Falsa
En la lista de especialidades que tiene La Puerta Falsa están los tamales, que guardan un exquisito sabor y la historia de casi 10 generaciones que han visitado la casa.
También están los dulces que son imperdibles. Popularmente se dio a conocer que Manuelita Saenz iba para este restaurante a comprarle dulces a Simón Bolívar.
Sin duda, este restaurante tiene una huella histórica importante para Colombia y de la tradición santafereña y a un precio justo. Además, es muestra de que Bogotá quiere seguir honrando sus raíces gastronómicas al conservar esa casa colonial.
¿Por qué se llama ‘La Puerta Falsa’?
El restaurante La Puerta Falsa está ubicado en la calle 11 con sexta, al norte de la Catedral Primada, que antes era una sala que convirtieron en aguapanelería. A su vez, se comunicaba con el resto de la casa pero luego fue tapado el acceso.
Aunque la pared que cubre la puerta es blanca e impecable, don Carlos y su hermana Aura Teresa quienes son los dueños del local, le diseñaron un espacio a la Virgen del Carmen para exponer las rocas con un viejo dintel de madera.
Pero su nombre no se debe a eso, de hecho, antes el negocio no tenía ningún letrero que lo identificara. Debido a su ubicación, que queda frente a uno de los accesos de la Catedral y dentro de los términos de la arquitectura; ese detalle se le llama ‘puerta falsa’. De ahí surgió el nombre del popular restaurante.
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Otros platillos que ofrecen
En una época, La Puerta Falsa trabajaba las 24 horas del día para atender al personal de las rotativas de distintos medios, que acudían al lugar a cualquier hora para disfrutar de sus exquisitos dulces. Entre ellos están:
- Chocolate caliente con pan, queso y almojábana
- Changua
- Cocadas
- Marquesas
- Bocadillos con arequipe
- Cascos de naranja con dulce de leche
- Empanadas de arequipe
- Agua de panela