Uno de los ingredientes más apreciados tanto en la cocina vegetariana como en la tradicional son los champiñones blancos, pues combinan y complementan perfectamente cualquier tipo de plato. Sin embargo, antes de usarlos se deben limpiar correctamente.
Por lo general, este tipo de hongo comestible es muy buscado debido a los nutrientes que aporta al organismo, como las proteínas, fibra, vitaminas (especialmente C, D y B6), minerales y antioxidantes.
Pero, aunque resulten muy beneficiosos, también podrían ser enemigos de la salud si no se desinfectan bien, ya que provienen de la tierra y podrían tener bacterias que producen enfermedades.
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Aprende a limpiar los champiñones correctamente
Si bien la mayoría de los alimentos suelen limpiarse con abundante agua, con los champiñones no es el mismo procedimiento, pues podrían perder algunas de sus cualidades organolépticas como el sabor y la textura. Es por ello que te daremos a continuación, algunos trucos para limpiarlos de manera correcta.
Corta el tronco
Lo primero que debes hacer es cortar el tronco de los champiñones, esto debido a que es la zona en donde más se acumula la tierra. Tan solo será necesario utilizar un cuchillo afilado de tamaño mediano y cortar el extremo del tronco.
No se recomienda dejarlos en remojo
Una vez que tengas todos los troncos cortados, podrás comenzar a limpiarlos. No obstante, no es recomendable que se dejen en remojo, pues es un ingrediente que contiene una gran cantidad de agua, por lo que la acumularían y al momento de cocinarlos, expulsarían demasiado líquido.
Humedece un paño limpio
Lo más recomendable es tomar un paño limpio, humedecerlo con agua y escurrirlo para quitar el exceso. Luego, frotar los champiñones con él para quitar y limpiar la toda la tierra que tenga.
Cabe resaltar que este truco del paño solo podrá realizarse con el producto fresco.
Utiliza un cepillo de dientes
Si deseas una mayor precisión, tras limpiarlos con el paño, puedes utilizar un cepillo de dientes para retirar los posibles restos de tierra.
Lo que debes hacer es humedecer el cepillo con agua y frotar uno por uno cada champiñón con cuidado hasta eliminar la suciedad.
Puedes usar un colador
Otra manera de lavarlos de forma más rápida y todos al mismo tiempo es introducirlos en un colador, abrir el grifo de agua y pasarlos por unos segundos bajo el chorro. Eso sí, sin olvidar que no deben dejarse en remojo.
Luego, con las manos los frotas para deshacer los restos de tierra. Como recomendación, agita enérgicamente el colador mientras tengas los hongos bajo el agua para que esta llegue a todos y no se quede estancada.
Sécalos con papel absorbente
Por último, seca las sectas con una toalla o papel absorbente. Recuerda que su principal enemigo es la humedad. ¡Y listo! Ya podrás trocear tus champiñones a tu gusto y usarlos para cocinar tus platos preferidos.