La planta de jade no necesita un recipiente demasiado grande para desarrollarse ya que les gusta crecer en macetas estrechas. Esto es esencial a la hora de trasplantar tu árbol de jade.
Además, es importante que uses un sustrato para suculentas con un poco de perlita. Nunca está de más darle buenos nutrientes a las plantas.
Y durante el proceso, es importante que le agregues un poco de fungicida en las raíces para evitar hongos o enfermedades.
¿Por qué es importante trasplantar el árbol de jade?
En ocasiones, la planta de jade deja de crecer porque no se encuentra en el recipiente ideal, por riegos excesivos o por mala calidad del sustrato. Si esto sucede, lo mejor es pasarla a un contenedor nuevo.
También es importante trasplantar los árboles jóvenes cada dos o tres años para estimular su crecimiento. Trata de hacerlo al comienzo de la primavera, justo antes de que comience la temporada de crecimiento activo.
¿Cómo trasplantar un árbol de jade?
Prepara el contenedor
La maceta no solo debe ser estrecha, también es importante que tengas agujeros de drenaje en la base para que el exceso de agua drene.
Si el agua que queda no drena, hará que la tierra sea demasiado húmeda y restringirá el flujo del aire, lo que puede causar que la planta de jade se pudra.
Consigue un recipiente que solo mida entre 2,5 y 5 centímetros de profundidad y ancho más que la maceta anterior.
Recuerda que no debe ser demasiado grande porque las raíces crecerán demasiado o añadirás mucha tierra alrededor de las mismas.
Mezcla perlita o arena
Luego, prepara el sustrato: haz una base de turba mezclada con perlita o arena de construcción gruesa. Esto permitirá que el suelo drene con mayor fluidez.
Llena la maceta hasta alcanzar una profundidad de 2,5 centímetros. Ten en cuenta que la parte superior de la masa de raíces debe estar a 2,5 centímetros por debajo de la parte superior del contenedor después del trasplante.
Saca la planta
Retira la planta de su antiguo recipiente: hazlo poniendo la maceta hacia un costado y agarra la base del tallo con la mano para jalar sacando las raíces.
Posteriormente, poda las raíces que sean más grandes que la masa de tierra de modo que queden uniformes con el resto. Esto permitirá que el árbol de jade desarrolle un sistema de raíces más saludable.
No olvides rociar un poco de fungicida directamente sobre las raíces.
Pon la planta en su nueva maceta
Coloca un poco del sustrato que preparaste en la base de la maceta y pon el árbol de jade. Luego, rellena los espacios con más sustrato, pero sin apelmazar demasiado.
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Riega la planta
Por último, riega el árbol de jade con agua a temperatura ambiente hasta que drene por la parte inferior de la maceta.
Si tienes un platillo debajo del recipiente, vacíalo después de regar. Este paso es importante ya que podría regresar a la tierra manteniendo las raíces húmedas en exceso.
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