En ocasiones notamos cambios en las hojas de las plantas que son indicadores de etapas por las que pasan eventualmente o pueden ser indicios de que algo anda mal entre sus cuidados básicos. Por esto es importante saber cómo limpiar las hojas de los anturios para que respiren correctamente y se mantengan sanas.
Algunos factores externos como el polvo, la contaminación y los rayos de luz provocan que los anturios hagan doble trabajo, desgastándose aún más y produciendo menos clorofila. Por ese motivo te recomendamos que limpies sus hojas con tan solo un ingrediente que seguramente tienes en casa: aceite de almendras.
Aplicándolo de la manera correcta, las hojas del anturio estarán relucientes sin necesidad de dañarlas. Eso sí, antes de limpiarlas es necesario que retires el exceso de polvo con agua filtrada o agua de lluvia.
¿Cómo limpiar las hojas de anturios?
El tipo de agua que utilices para mantener relucientes las hojas de los anturios es muy importante, por eso te recomendamos que las limpies con agua filtrada o agua de lluvia.
En ocasiones, la capa de polvo que quieres remover puede ser más gruesa de lo que imaginas. Dale un buen riego utilizando un envase pulverizador lleno de agua.
Ve sacando la tierra o el polvo mojando cada una de las hojas y las flores. No escatimes en este paso ya que a los anturios les encanta la hidratación. También puedes limpiarlas con jabón líquido o jabón biodegradable y verás que lucirán muy bien.
Posteriormente, seca cada hoja con la ayuda de papel absorbente. Hazlo con mucho cuidado porque se pueden romper; retira el exceso de agua dando toques sin raspar demasiado.
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Abrillantador natural para las hojas de los anturios
- La hoja del anturio debe estar completamente seca. Moja un algodón con dos o tres gotas de aceite de almendras y talla suavemente las ramas. No vayas a aplicarlo en los tallos y verás que inmediatamente tu planta toma un brillo magnífico.
- No uses otro tipo de aceite ya que el de almendras es uno de los más gentiles y no apliques demasiado sobre el anturio porque el exceso podría ocasionar un efecto contrario.
- Cuando vayas a limpiar la flor roja, ten cuidado con la espata para que no se rompa ya que son muy delicadas.