Si quieres que tus suculentas estén grandes, fuertes y sanas puedes preparar un abono con lechuga fácilmente. Para hacerlo también necesitas algunas hojas de espinacas, repollo, un poco de diente de león y ortiga.
Esta mezcla orgánica la puedes usar en cualquier tipo de suculenta, solo que este abono casero le va muy bien a aquellas que tienen hojas con gran cantidad de agua como la ‘Echeveria’.
En el caso de la ortiga y el diente de león, puedes conseguirlos en tiendas de semillas o en lugares especializados de jardinería.
Si aplicas este abono casero, crecerán muy rápido y tendrán mejor aspecto. Recuerda que no solo el abono es importante, también debes cuidarlas correctamente para que se mantengan saludables en el lugar donde las tengas ubicadas.
Para hacer el abono casero para suculentas solo necesitarás:
- 1 litro de agua
- 1/4 de taza de ortiga seca
- 1/2 taza de espinacas picadas
- 1/2 taza de repollo o col
- 1/4 de taza de diente de león seco
- 1 taza de lechuga de cualquier tipo.
Preparación del abono con lechuga para suculentas
- En una cazuela, vierte 1 litro de agua y agrega la cantidad de todos los ingredientes.
- Cocina a fuego medio hasta que hierva. Luego, reduce a fuego lento y déjalo allí durante 15 minutos.
- Lleva todos los ingredientes a la licuadora hasta que obtengas un líquido verde.
- Pasa la mezcla por un colador y deja que se enfríe.
- Abre un espacio en la tierra de tu suculenta que esté cerca de la raíz y aplica 15 mililitros de la preparación.
- Cubre con más tierra el espacio.
El abono casero con lechuga y otros ingredientes puedes aplicarlo en tus suculentas cada semana o cada 15 días. No tengas miedo en utilizarlo en varias oportunidades porque esta preparación no las quemará, de lo contrario, llenará a tus suculentas de muchas vitaminas y minerales.
Te puede interesar: Abono casero para suculentas: utiliza canela, cáscara de huevo o borra de café
También puedes diluirlo con más agua
El abono no solo puedes aplicarlo concentrado en tu planta, también puedes diluirlo con un poco de agua para que te rinda un poco más.
Para hacerlo, mezcla 250 mililitros del líquido que licuaste con 250 mililitros de agua si tienes pensado aplicarlo en la tierra. Luego, rocía la preparación sobre el sustrato con la ayuda de un pulverizador.
En el caso de utilizar el abono para las hojas, te recomendamos que agregues 250 mililitros del abono concentrado con 500 mililitros de agua. Ahora solo deberás aplicar el abono sobre las hojas con la ayuda de un atomizador.