Pronto llega la temporada de durazno y, por tanto, te mostramos cómo plantar este fruto en una maceta. Su sabor dulce y textura suave es muy valorada en muchos países alrededor del mundo.
Si quieres aprender cómo germinar las semillas de durazno y cuidar el árbol, sigue leyendo este artículo.
Toma en cuenta las siguientes recomendaciones y, en especial, sé muy paciente mientras que el árbol crece fuerte y sano.
¿Cómo plantar durazno en una maceta?
Para comenzar, consigue las semillas de durazno que puedes encontrar en el interior de la fruta. Para esto, debes tener presente que las semillas están recubiertas de un hueso que hay que retirar. Así que déjalo entre 3 y 5 días en casa, a temperatura ambiente y limpio por completo de restos orgánicos. Así secarás la madera y se volverá mucho más quebradiza.
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Luego, con la ayuda de unos alicates o un martillo rompe el hueso con cuidado y, ahora, extrae la semilla de su interior sin dañarla.
Cuando tengas las semillas de durazno, ponlas a remojar en un vaso de agua durante un día. En 24 horas ganarán mucho volumen cuando se hidraten.
Toma una servilleta, humedécelo y dóblalo con las semillas en su interior. Ahora, envuelve el papel en un fragmento de papel de aluminio y guárdalo en la nevera. Guárdalo en un cajón donde se mantenga una temperatura a 5°C.
Finalmente, revisa el estado de la servilleta una vez al día. Si es necesario, humedécela de nuevo. En unos 30 días más o menos, las semillas de durazno habrán germinado y estarán listas para ser trasplantadas a una maceta grande.
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¿Cuáles son los cuidados de las semillas de durazno?
Cuando las semillas de durazno comiencen a germinar, es importante tener en cuenta algunos aspectos de cuidado.
- El sustrato: lo ideal es que la maceta esté llena de sustrato rico en materia orgánica. Una excelente mezcla para crear un abono orgánico es utilizar fibra de coco mezclada con humus de lombriz. Entierra bien las semillas y procura que la raíz apunte hacia abajo, máximo a 1 centímetro de profundidad.
- El riego: una vez plantes la semilla de durazno, riega la maceta para que se humedezca bien el sustrato. Es importante que la tierra se mantenga húmeda, pero no en exceso.
- Iluminación y viento: lo ideal es que reciba luz, pero no directa porque una vez aparezcan las hojas podrían quemarse. También las fuertes corrientes de viento pueden secar la planta.