El té de queso ha recibido una muy buena acogida en las redes sociales durante los últimos tiempos. Esta receta es originaria de Taiwán y poco a poco se ha ido globalizando más. Es una infusión deliciosa y, además, trae varios beneficios para tu salud.
En esta ocasión te contaremos cómo preparar el té de queso de manera casera y disfrutarla a temperaturas frías.
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¿Por qué es saludable el té de queso?
El té de queso es una infusión que se puede preparar con té negro, verde o matcha. La crema batida que contiene por encina es a base de queso.
En este caso, el queso contiene un alto contenido de proteína, un nutriente esencial para el buen funcionamiento de los músculos. Este logra una reparación del tejido muscular de manera óptima y promueve una rápida recuperación después de un entrenamiento.
El té, por su parte, contiene altos niveles de antioxidantes. Consumir a diario estos nutrientes ayuda a tu cuerpo a prevenir enfermedades complejas. También detiene el envejecimiento prematuro.
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Ideas para acompañar esta refrescante bebida
Al ser una bebida tan exótica, seguramente te preguntarás con qué se puede acompañar. Una alternativa es elegir frutos secos para completar un balance nutricional. Pueden ser crudos o tostados.
Si tienes un poco más de hambre, puedes acompañarlo con un sándwich de jamón y, de esta manera, complementar el queso del té.
Además, esta bebida exótica y refrescante te puede acompañar de sobremesa durante tus comidas principales como el almuerzo o la cena de noche.
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Ingredientes
- 100 mililitros de nata
- Té negro, verde o matcha
- 20 gramos de queso crema
- 50 mililitros de leche
- Endulzante o azúcar
- Sal
- Hielo
Instrucciones
- Para comenzar selecciona el tipo de infusión que desees. Calienta el agua hasta el punto óptimo para comenzar su preparación. Introduce la bolsita y tapa para dejar reposar.
- Una vez esté listo, endulza al gusto y déjalo enfriar.
- En otro recipiente, introduce el queso crema con la nata, la leche y un poco de sal. Remueve todo hasta que obtengas una mezcla homogénea y densa. Comprueba que quede lo más cremosa posible, por eso la importancia de la nata.
- Finalmente, añade hielo picado en el fondo del vaso. Luego, cubre con té y por encima agrega 2 o 3 cucharadas de crema de queso.
- Sirve y disfruta bien frío.