Es común creer que para adelgazar es necesario limitar el consumo de algunos alimentos y priorizar solo la ingesta de otros. Nada lejos de la realidad. La verdad es que las dietas restrictivas pueden llegar a ser perjudiciales para ti. No solo son poco efectivas para un proceso de adelgazamiento, sino que también pueden llegar a ser dañinas para el buen funcionamiento del organismo.
Existe evidencia científica que determina la poca efectividad de estos planes de alimentación a largo plazo. Por consecuencia, generan sensación de frustración y atracones.
Si te sientes culpable por desertar un régimen alimenticio, ¡no sientas presión! Esto no tiene nada que ver con la motivación o disciplina de las personas.
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¿Por qué no funcionan las dietas restrictivas?
Cuando restringimos los alimentos, el organismo es capaz de detectar que no está recibiendo suficiente energía. Por lo tanto, responde de una manera muy inteligente para defenderse: ahorra más y gasta menos. Las dietas restrictivas entonces enlentecen el metabolismo.
Al comer menos, el estómago libera la hormona ghrelina, la responsable de aumentar la señal de hambre y ansiedad. De esta forma, enciende las alarmas de que no está recibiendo la energía necesaria.
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Fuera de eso, cuando el cuerpo recibe alimentos que no disfruta, aumenta el estrés y crece el deseo por comidas ricas en grasa y azúcar.
Las dietas restrictivas generan el «efecto yo-yo» o «rebote», en donde el cuerpo aumenta todo el peso perdido por un descontrol alimentario. En este punto, es donde llegan las frustraciones por no poder sostener un peso ideal.
¿Te sientes identificado?
Como ves no estás solo en este proceso porque realmente las dietas restrictivas no son sostenibles a largo plazo. Pero no te preocupes, hay soluciones para todo. Si deseas bajar de peso de manera efectiva, te dejamos algunas recomendaciones:
- Reduce las porciones de los alimentos ricos en grasas y azúcar.
- Incluye una mayor cantidad de frutas, verduras y legumbres.
- No satanices ningún tipo de comida. Todos los alimentos son beneficiosos para nuestra salud física y mental.
- Deja a un lado el concepto «todo o nada» de las dietas restrictivas. Puedes seguir disfrutando de tus comidas favoritas si encuentras un equilibrio.
- Reduce gradualmente el consumo de sal, azúcar agregada y grasas saturadas.
- Mastica bien y come más lento. Respira entre cada bocado.
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Deja a un lado el concepto de inicio y fin de las dietas restrictivas. Lo importante es que empieces a crear un plan de alimentación saludable que sea sostenible para toda la vida.