Limpiar el horno puede parecer una de las tareas más tediosas al momento de realizar la limpieza de tu cocina. Sin embargo, como para todos los utensilios existen trucos que podemos hacer para lograr ese objetivo de una manera más rápida y eficiente.
Y no, no estamos hablando de invertir una gran cantidad de dinero en productos desengrasantes o químicos. Solo basta con conocer qué alternativas tenemos en casa y aprender a darles el mejor uso posible.
Con estos métodos no solo tendrás la oportunidad de ahorrar dinero en productos de limpieza. También podrás gozar de un tiempo valioso que puedes invertir en otro tipo de actividades.
¿Qué vamos a necesitar?
Lo primero es conseguir un buen par de guantes, estos nos ayudarán a cuidar nuestras manos tanto de la grasa como del limpiador casero. Un paso ideal para mantener la piel saludable.
Pero para preparar el producto de limpieza los tres ingredientes estrella son bicarbonato, limón, vinagre y agua. Los tres primeros componentes de este preparado son conocidos por su poder al momento de remover la grasa. Además de cortar de manera efectiva los olores que deja la comida en nuestra cocina.
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Otro elemento clave para esta jornada de limpieza son los dos paños de microfibra que vamos a necesitar y la esponja que seleccionemos. En el caso del segundo elemento, es preferible utilizar las que tienen dos lados, uno rígido y el otro más suave.
¡Vamos a limpiar el horno!
Comencemos por llenar un recipiente con agua caliente, no debe ser demasiado grande con un aproximado de tres o cuatro tazas será suficiente. El agua no debe estar hirviendo al punto de quemar, recuerda que introducirás allí tu mano.
Al envase previamente llenado agrégale dos cucharadas grande de bicarbonato de sodio y revuelve. Luego agrega media taza de vinagre blanco por cada dos de agua. Procede a añadir el jugo de 4 limones y queda lista para iniciar.
Moja el paño de microfibra con la mezcla y también la esponja, empieza a pasarla por las paredes del horno. El líquido empezará a cambiar de color de traslúcido a amarillento y quizás hasta café. Ese cambio en la tonalidad indica que la grasa está saliendo.
Para limpiar el horno en caso de que sea muy grande, puedes duplicar el preparado para que alcance a cubrir toda la superficie. Talla un poco las paredes del artefacto con la parte dura de la esponja y limpia con el paño. Al finalizar remueve muy bien la mezcla con ayuda del segundo trapo y bastante agua.
Las rejillas y utensilios del horno también pueden ser lavados con el preparado, asegúrate de enjuagar muy bien estos también al finalizar.
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