¿Has escuchado hablar de la salsa Alfredo y te has quedado con las ganas de saber a qué se refiere? Pues acá te explicamos cómo prepararla y combinarla con tus pastas favoritas.
A la pasta o la amamos o la odiamos, pues es un alimento tan versátil que prácticamente depende del aderezo que elijas para cambiar su sabor por completo. Además es un alimento muy fácil de acompañar, ya que fácilmente puedes hacerlo con verduras, carne, pescado u otros aliños.
Pero el día de hoy nos concentraremos en enseñarte cómo preparar una salsa Alfredo perfecta para que acompañes tus pastas el día que quieras salir de la monotonía en tu cocina.
¿De dónde es originaria la salsa Alfredo?
La salsa Alfredo es una receta tradicional italiana que se popularizó hasta llegar a los Estados Unidos y volverse muy conocida en el país americano. Incluso se dice que es más famosa en América que en Europa.
Esta salsa no es más que la mezcla de mantequilla, ajo y queso parmesano con unos toquecitos de pimienta negra, leche y harina.
Y es que además de ser tan sencilla es muy práctica porque no utiliza ingredientes caros en el mercado y que fácilmente tienes en la dispensa.
La idea con esta salsa no es que esperes a la pasta para agregarla o viceversa, sino que ambas preparaciones estén al tiempo para que combinen perfectamente. Por eso una vez pongas a cocinar la pasta que elijas, también ponte manos a la obra con la salsa.
Para darle un toque final al plato al momento de servir la parta con la salsa Alfredo, puedes agregarle unas hojitas de orégano o albahaca.
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Salsa Alfredo para acompañar tus pastas favoritas
Ingredientes
- 50 ml de leche
- 1 diente de ajo
- 30 gramos de queso parmesano
- 1 cucharada de mantequilla
- 1 cucharada de harina
- Sal y pimienta al gusto
- 160 gramos de pasta de tu elección
Instrucciones
Al tiempo que inicias a calentar el agua para la pasta, pica el ajo muy fino y ponlo en una sartén a fuego bajo con la mantequilla.
Cuando veas que el ajo empieza a dorarse, vierte en la sartén la leche, la harina, así como la sal y la pimienta al gusto.
Revuelve hasta que se vuelva una mezcla homogénea.
En este momento ya puedes rallar el queso parmesano e irlo agregando a la preparación en la sartén y vuelve a revolver por un par de minutos. De ti depende si quieres que la salsa quede espesa o más líquida, por lo que puedes agregarle un poco más de leche o no.
Una vez tengas todos los ingredientes revueltos baja la salsa.
Escurre el agua de la pasta y sirve de inmediato.