Para cultivar cebollas en agua no necesitas muchas herramientas, solo será necesario un frasco o vaso transparente, agua limpia y algunas cebollas.
Con esta manera de cultivar cebollas podrás ver cómo crecen a través del vaso, allí observarás cuando las raíces se desarrollan. A la misma vez que crecerán los brotes en la parte superior de la cebolla.
Esta práctica tiene un proceso particular y delicado por lo que es recomendable utilizar cebollas frescas y que no estén comenzando a pudrirse. Si las utilizas de esa manera, podría ocasionar malos olores al sumergirlas en el agua.
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Pasos para el cultivo de cebollas
- Para comenzar, llena el vaso o frasco de vidrio con agua limpia filtrada hasta que esté completamente lleno. Debes utilizar un vaso que tenga una circunferencia superior más pequeña que la cebolla para que no caiga en el agua.
- Inserta cuatro palillos pequeños separados uniformemente alrededor de la cebolla. De esta manera se sostendrá y no caerá en el agua. Los palillos deben estar ubicados más abajo de la mitad de la cebolla.
- Sobre el vaso, sitúa la cebolla con las raíces hacia abajo de manera que se sostenga con los palillos.
- La base y las raíces deben estar sumergidas en el agua, así las raíces podrán absorber el agua para su crecimiento.
- El vaso debe estar en un lugar de tu ventana donde reciba luz solar. Déjala allí por una semana y podrás ver cómo brotará en la parte superior. Coloca el vaso preferiblemente en un lugar donde la puedas ver constantemente.
- Corta el brote verde que saldrá en la parte de arriba y estará listo para utilizarlo en tus comidas. Es recomendable cortarlo con unas tijeras.
- Cuando haya sobresalido un tallo floral, puedes plantarlo en el suelo completamente.
Consejos para cultivar cebollas
Para este cultivo es preferible utilizar cebollas que ya hayan germinado así será más fácil para su crecimiento en el agua.
Por otro lado, si no quieres utilizar palillos pequeños puedes apoyarte con rocas pequeñas que ocupen casi todo el espacio del frasco, luego llena de agua, coloca la cebolla asegurándote de que solo las raíces y la base estén cubiertas de agua.
Debes cambiar el agua habitualmente procurando que no tome un color oscuro para evitar malos olores y que esta se pudra. Al hacerlo, levanta la cebolla con cuidado, luego cambia el líquido y colócala de nuevo en la parte de arriba del vaso.
Cuando comience a florecer ya no podrás mantenerla en agua, por lo que será necesario plantarla o desecharla.