El marañón es una planta arbórea perenne, que puede alcanzar entre 4 y 12 metros de altura, aunque existen referencias de árboles de 15 metros. Al sembrar marañón obtendrás un fruto y un pseudofruto, el primero se conoce como merey, nuez o almendra y es alto en calcio, omega 3, 6 y 9.
El segundo también es llamado falso fruto, que es jugoso, astringente y contiene vitamina C y vitamina A. El marañón es catalogado como el fruto de la memoria, se considera que el calcio natural de su semilla mejora el rendimiento neuronal, y el alto nivel de vitamina C fortalece el sistema inmunológico.
La nuez se transforma y se pueden obtener productos como: semillas dulces y saladas, leche, mantequilla, yogurt y queso. Y de la transformación del falso fruto al ser tan jugoso, se pueden obtener: vinagres orgánicos, jarabes, miel y carnes veganas.
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Todo lo que necesitas saber para sembrar marañón
En primer lugar, la siembra debe estar situada en un lugar que no tenga condiciones heladas ya que este cultivo es rústico. El árbol prospera mayormente en zonas y climas lluviosos. Para este cultivo, es muy importante el régimen estacional de lluvias, ya que el marañón necesita de cuatro a seis meses de sequía para una adecuada floración y fructificación de los árboles.
El marañón también requiere de luminosidad para un adecuado desarrollo. Y al ser un cultivo rústico, se adapta a cualquier tipo de suelo. Es decir, puedes sembrarlo en suelos arenosos o con piedras, siempre y cuando tenga suficiente humedad.
Para obtener una mejor producción, es recomendable su plantación en suelos profundos, fértiles y aireados.
Al tener el suelo con la suficiente profundidad, debes colocar las semillas en agua y desechar las que flotan, luego agregar las semillas a la tierra. Una excelente opción para espacios muy reducidos es sembrarlas en bolsas de polietileno.
Al tenerlas de esta manera, debes regarlas constantemente asegurándote que la planta siempre esté húmeda.
El manejo del cultivo es importante para su producción
- Luego de 32 semanas, aproximadamente, debes eliminar los brotes laterales inferiores de la planta, para así disminuir el desgaste en el período de sequía al reducir su área foliar.
- Debes podar la planta y asegurarte que no estén las ramas entrelazadas. Se recomienda que la poda se realice a partir del segundo año.
- Mantener la limpieza en el área será esencial en los primeros tres años, para evitar las plagas o malezas.
- Luego de tres o cuatro años, comienza la recolección del suelo debido a la caída al madurar. Lo puedes realizar manualmente separando la semilla del fruto falso.
Dato importante: las semillas recién cosechadas, generalmente tienen mejor germinación y dan plantas más vigorosas.